Como a muchos de los que leéis estas líneas os
habrá sucedido, cuando en el 2005 comencé la carrera de Arquitectura no tenía
muy claro, no sólo en qué consistían los estudios, sino a qué se dedica un
arquitecto. Tampoco me lo planteé mucho pues los exámenes y entregas te dejan
bastante entretenido los 6 años que (mínimo) duraba entonces la carrera.
Mi nombre es Ana, soy arquitecto superior desde
el 2014 y en la actualidad doctorando, estoy en concreto estudiando aquello que
cuando entré en primero descubrí en un libro de
Rudolf Arnheim titulado “Arte y percepción visual: psicología del ojo creador”. En resumen, he perseguido un sueño que hace unos meses estoy cumpliendo y en este post comparto con vosotros una potencial receta para ser joven arquitecto no morir en el intento.
Rudolf Arnheim titulado “Arte y percepción visual: psicología del ojo creador”. En resumen, he perseguido un sueño que hace unos meses estoy cumpliendo y en este post comparto con vosotros una potencial receta para ser joven arquitecto no morir en el intento.
La cour des
Voraces, Lyon, Francia
Dos palabras, movilidad y multidisciplinariedad.
Movilidad. Muévete! En tu casa,
en tu barrio, en tu provincia, en tu país… Los programas de movilidad son una
de las ventajas de los sistemas de enseñanza españoles, en Estados Unidos
alucinan cuando les cuento sobre el programa Erasmus. Viajar nos ayuda a
encontrarnos, porque aunque no lo sepas, estás perdido. Viaja porque cada cosa
que hagas, persona que conozcas, sitio que visites, charla que escuches y
fiesta a la que vayas, tiene todo el potencial para enseñarte algo que no
obtendrás de ningún otro medio.
Multidisciplinariedad. Uno de los consejos
que me ha acompañado estos últimos años es una crítica que me hizo una
profesora de construcción de la que no aprendí absolutamente nada. Un día en
clase, a cuento de algún comentario que hice referido al campo de la psicología,
esta profesora reaccionó hacia el resto de la clase con un “hay que tener
cuidado con los arquitectos que se creen humanistas, tienen un mar de
conocimientos con un dedo de profundidad!”
Un mar de conocimientos con un dedo de
profundidad no me sonó tan mal. Navegar hasta encontrar donde querer
zambullirte. Y, sin darme cuenta así hice, comenzar mi búsqueda.
Alvar Aalto
en su barco Nemo propheta in patria
Primero vino Helsinki, un año en la Aalto
University of Technology, un verano trabajando que se extendió unos meses…
vuelta otra vez a Helsinki, a trabajar y sacarme las estructuras que me
quedaban. El trabajo de estudio en Finlandia era cómodo y agradable. Un trabajo
mecánico. Me había acostumbrado a estar en el estudio y pasar la tarde en la
sauna. Hasta que un día sentí que estaba nadando en una charca, que todo el
agua que veía era conocida, y que el camino de seguir aprendiendo no estaba por
ahí. Hasta 83 personas enviaron sus currículums para una posición en una
universidad americana. Me llamaron para la entrevista y aquel viaje de vuelta
Madrid-Helsinki fue para decirle a mi jefa que en 4 meses estaría trabajando en
Nueva York.
Me voy a Estados Unidos a terminar el proyecto y
a trabajar como Asistente del departamento de Lenguas Romances a una
universidad con nombre de pasta de dientes. Yo estaba segura que ese era el
camino que me iba a llevar hacia donde quería, porque así había dejado que
sucediera. Había salido de la charca báltica hacia el mar y una brisa me llevó
hacía el nuevo continente.
“Es imposible”, “Al final vas a dejar el
proyecto”, “No tendrás tiempo para todo”… Mientras trabajaba en Colgate,
durante el mes Febrero, defendí mi proyecto fin de carrera favorablemente, tal
y como mi cuerpo y mi mente me llevaban a entender.
Respecto a la experiencia profesional en NY
podría escribir hasta la saciedad pero no quiero ser yo quién os lo cuente,
sino vosotros a mí.
Viajad con los ojos bien abiertos y un cuaderno
(por lo menos!), tomando nota mental y gráfica de qué sucede alrededor, puede
ser la única vez que lo veas o que pase a ser lo más habitual. De cualquier
manera, hazlo parte de ti! Eres el tiempo que te queda por explorar.
Nerve fibers,
blood vessels, and ganglion cell architecture of the retina.
Peter Li,
2016 Art of Neuroscience Competition
Tu instinto vale tanto como tú, dedícate con
entrega a aquello que te gusta y terminarás haciendo de tus pasiones tu
trabajo, y adorarás que llegue el lunes, y tu búsqueda se convertirá en tu gran
descubrimiento, con el que renazcas cada día.
Y recuerda. Hacer las cosas bien es tan fácil
como hacerlas con cariño.
Un fuerte abrazo,
Ana Mombiedro
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