Refugio "La Roiba" - Casa experimental Ramón V. Molezún

Quién me iba a decir que mientras compartíamos unas botellas de albariño con unos amigos en Galicia iba a tener el placer de compartir parrafadas con uno de los nietos de quien fuera el artífice, junto con José Antonio Corrales, del ingenioso pabellón de España en Bruselas en el año 1921, Ramón Vázquez Molezún.
Y no solo esto, sino que se ofreció a enseñarme la que hoy es la casa de vacaciones de la familia Molezún.

Y así fue; al día siguiente (último día de mi visita en la preciada localidad Gallega de Bueu, en la playa de Beluso) emprendimos camino a la que es una de las obras de arquitectura más ingeniosas y exclusivas que he visitado. Gracias a las amables explicaciones del hijo de Molezún, carpintero de profesión y entendedor del mundo de la arquitectura por extensión, comprendí con gran profundidad el funcionamiento de la casa.

No sabía cómo compartir con vosotros esta experiencia, ya que no tomé fotos durante la visita (pues me parecía un poco asalto a la intimidad de los habitantes) que desconocen mi lado "bloggero" por lo que he tomado algunas fotografías a los apuntes que realicé siendo esto lo que comparto con vosotros.

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Comenzamos la visita por un patio anexo a la terraza (probablemente añadido a posteriori) desde el que ya se percibe la ría (de frente) en contraste con el volumen comprimido de la vivienda (a mano derecha). Personajes principales del proyecto articulados en este nivel por la terraza.

Terraza que, cuando sube la marea, hace las veces de "borde" marítimo y trampolín hacia el agua. Desde la terraza se tiran al mar, por eso hay unas pequeñas escaleras colgando de la terraza.

Enmarcada por un paisaje protagonizado por la ría, la casa es de planta cuadrada, se desarrolla en una planta compuesta por 9 cuadrados entre los que se articulan, en torno a la zona de estar, terraza, dormitorios y cocina.

El espacio está caracterizado por su compacidad; todo el mobiliario está pensado para funcionar con la casa llena de gente, evadiendo espacios sin uso. De manera que las puertas de las habitaciones hacen las veces de puertas de los armarios (croquis sobre este párrafo), camas abatibles, cajones que aprovechan las bases del mobiliario para esconderse y, lo más ingenioso desde mi punto de vista, sistema de poleas para la mayoría de las puertas de la casa (croquis contiguo). 

Esta compactación y por ende aprovechamiento del espacio, muy probable deriva de la pasión que Molezún tenía por la vida marítima, se refleja tangiblemente en la distribución del cuarto de baño. 

Compuesto por seis cuadrados en planta, es, gracias a puertas articuladas con bisagras, configurable, de manera que puede ser utilizado por varias personas a la vez sin que se vean. Ducha, sanitario y lavabo pueden ser utilizados independientemente si se necesita.

Recordad que estamos hablando de una casa proyectada en el año 1959.

Destaco también el acceso desde la sala de estar a la zona inundable de la casa, el sótano, en el que guardaban los barcos y demás material de playa. Este acceso se hace mediante lo que parece un baúl que, mediante el ya explicado sistema de poleas, se abre, y en el que, como si fuera una película, aparece una angosta escalera de madera que te lleva hasta el húmedo sótano. Bajé recordando por un momento la casa de vidrio de Lina bo Bardi.

Esta magnífica experimental vivienda está apoyada en una roca y tiene, además, un sistema de abastecimiento de agua propio mediante un aljibe que bebe del agua de lluvia (desgraciadamente lo van a sustituir por agua corriente  utilizarán el aljibe como trastero...)

Según estuvimos comentando, debido a la construcción del nuevo puerto de la playa de Beluso, la vivienda sufre graves daños cuando hay mareas vivas ya que las olas rompen en el sótano por duplicado, alcanzando el forjado y arrancando parte del hormigón, dejando a la vista las armaduras de la estructura...

Desde este blog envío mis mejores deseos a la familia de Molezún para que puedan conservar tan maravillosa pieza, a mi parecer, una de las más emblemáticas joyas de la arquitectura moderna española.

Y a todos los que paséis por Bueu, una visita obligada a la playa de Beluso con un paseo de no más de 5 minutos para vislumbrar el envidiable porte que este barco arquitectónico tiene.